Entrevistamos a Sergio Núñez, un padre tandilense, al que una patota golpeó gravemente a su hijo menor. Sergio buscó a los agresores, también menores, les preguntó por su vida, y se pusieron a trabajar juntos, armando una bicicletería social. No solo eso, su hijo (el agredido), también trabaja en el lugar y perdonó a sus agresores.